Fandango

En su origen el fandango es una danza cantada que se comienza a popularizar a partir del siglo XVIII en Andalucía. Y como ocurre con todos los palos flamencos existen las mas variadas teorías sobré el origen del fandango que se atribuyen procedencia morisca, aragonesa, romana, fronteriza, portuguesa, o una vinculación con la jota, entre otras.
El fandango andaluz, tal y como hoy lo concebimos, tiene un elemento musical, en el plano armónico, que lo caracteriza y caracteriza a todas sus variantes, populares y flamencas. Este distintivo se basa, por una parte en la alternancia de letras y variaciones instrumentales, y por otra, en la tonalidad con la que se acompañan estos cantes.

Del frondoso árbol del fandango andaluz se desprenden numerosas variantes que, en un intento de clasificación, nos permitiría diferenciar los fandangos populares de aquellos propiamente flamencos. Desde principios del siglo XIX, el flamenco adoptó rasgos de los fandangos andaluces, y dio así lugar a los llamados "fandangos aflamencaos", que son considerados hoy en día uno de los palos flamencos fundamentales. La forma del fandango posiblemente es la que más variaciones posee como ninguna otra expresión del flamenco.

Los fandangos se acompañan básicamente con la guitarra y las palmas, aunque se puede escuchar acompañados con laúdes en la alta Andalucía y con violines y panderos cuando es verdial en Málaga, y, por supuesto, "a palo seco". También se usa pito (un tipo de flauta) y tambor, así como castañuelas y panderos o panderetas.





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